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LSM EN RADIO RITMO: O DE CÓMO (CASI) TODO ES,
EFECTIVAMENTE, RELATIVO


 

 

¿Significa bianual “dos veces al año”? Si, María Moliner dixit, así es, ¿por qué “semestral” implica que se te pregunte, varias veces, “cada cuánto tiempo aparece LSM”? ¿No son “cada seis meses” lo mismo que “dos veces al año”? Pues depende del “ritmo”, sin duda, y el de la Plaza de la Constitución de Getafe, donde se ubica su ínclito ayuntamiento, era tan endemoniado la tarde del viernes 20 de abril que parecía surgido de la enciclopedia de Ambrose Pierce, así que si el dicharachero reportero nos hubiera dicho que era de Providence, esta breve reseña habría formado, seguramente, parte del decálogo (al que ya no se podría llamar así por tener 11 puntos ¿o quizás sí?) de “cómo sobrevivir a una novela de Lovecraft”.

Afortunadamente, fueron nuestros más avezados corresponsales (unos por la veteranía –Marta– y otros por el desparpajo –Amparo, pero sobre todo, Adrián, conocedor de los mitos de Cthulhu y poseedor del filtro solar más potente cuando se pasea a “la sombra sobre Innsmouth”–) los que hicieron frente a los elementos y salieron airosos de la más sorprendente (hasta el momento) cita con los medios que esta meliflua e inocente publicación ha vivido hasta las fechas. Ni la cadena Ser, ni Tele Madrid, (por citar, apresuradamente, esto es, con cierta “prisa”, medios efectivamente diferentes), ni Radio Nacional, ni TVE siquiera, habían conseguido impactar tanto a los miembros de nuestra redacción. Quizá por eso nuestra subdirectora (a quien le gusta presumir de “ser la sombra de la Sombra ”) quedase totalmente “eclipsada”, mientras que nuestro director, conocido en el ambiente por su moderación y su donaire, se soltara la melena (¡y mira que es difícil!) y sólo se arrancara para recordar, desde las ondas (o “microondas”) de la radio local que el alcalde nos ha prometido 3.000 euros de los que todavía no hemos visto un céntimo (a pesar de estar en campaña electoral). Y, por supuesto, para dirimir con rotunda claridad que, efectivamente, cada seis meses son, efectivamente, dos veces al año y que el año 2003, le pese a quien le pese, fue el primero en que apareció nuestra revista.

Y todo esto porque LSM estuvo en un programa (no sabemos muy bien en cuál, ni si efectivamente se emitió, porque el horario, desde luego, no se cumplió) de Radio Ritmo, emisora local de Getafe. Es cierto que el ambiente no era el más propicio (la celebración local de la versión más castiza de “operación triunfo” sirvió de fondo “musical” a la entrevista), pero lo que no se puede negar es que LSM vivió la entrevista más auténtica de su historia, la más fresca y, sin duda, la más espontánea. Aunque no sabemos si quedó del todo claro que somos del IES Antonio López de Getafe (¡quizás ni siquiera fuimos capaces de aclarar si Antonio López, además de una calle en Madrid, es un pintor!) probablemente los ¿oyentes? de Radio Ritmo sí percibieran que quien ilustra es ilustrador y quien hace poemas no tiene porqué escribir en redondillas ni en cuartetos.

No sabremos si habrá segunda parte (creemos que, honradamente, no lo merecemos), pero no cabe duda de que ésta ha sido una de las experiencias más intensas de la corta historia de LSM: tanto que, seguramente, a partir de ahora esta sección debería de llamarse “nuestra paranormal historia”: ¡que la fuerza nos acompañe!

 

Aránzazu Oteo Ugarte


 

 




 

 

La Sombra del Membrillo. 2003-7.